Hay que sacar ya los aranceles que restituyeron a las notebooks
La semana pasada el Gobierno volvió a poner impuestos para importar computadoras, que nosotros habíamos sacado en 2017. Es una decisión terrible, que en sólo unos días ya aumentó los precios (en algunos casos, hasta 80%) para millones de argentinos que las necesitan para estudiar o trabajar. En el mundo de hoy, tan rápido e interconectado, no hay nada más importante que tener una buena computadora, pero este Gobierno, como muchas otras veces, eligió beneficiar a unas pocas empresas amigas y perjudicar a la mayoría de los argentinos.
Lo primero que quiero decir es que será una medida de patas cortas: el próximo gobierno la eliminará en sus primeros días de gestión, no tengo dudas, porque todos entendemos que millones de estudiantes, comerciantes, profesionales y científicos son más importantes que un puñado de empresas que no quieren competir. Sin estos aranceles y también sin licencias no automáticas de importación (que también hay que quitar), los precios de las computadoras volverán a bajar.
Ya pasó en 2017. Quitamos el impuesto extra para importar notebooks y accesorios y en pocas semanas los precios bajaron más de un 35%, tanto las importadas como las ensambladas en el país. Tuvimos un boom de ventas como no se veía hacía tiempo. Eso es lo que hay que volver a hacer.
El Gobierno justifica la medida con la cantinela de la “industria nacional” y los puestos de trabajo, un viejo recurso para justificar favores a amigos. Lo cierto es que las empresas que fabrican notebooks en Argentina agregan poco valor y emplean a sólo 3.000 personas. Los servicios informáticos, en cambio, que explotarían si bajamos los impuestos y quitamos las licencias, emplean a más de 120.000 personas.
De este gobierno caótico y decadente ya no se puede esperar nada, pero su capacidad de daño sigue vigente. Nos esperan semanas y meses difíciles, para los argentinos en general pero también para los dirigentes de Juntos por el Cambio, que deberemos estar unidos y con la mente fría, haciendo la lista de cosas a arreglar, si ganamos, a partir de diciembre. Bajar el precio de los computadoras debería estar ahí arriba entre las primeras.